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Ajustando nuestro Medio Ambiente

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La mayoría de los bancos prestan dinero para financiar inversiones específicas. Sin embargo, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) con frecuencia otorgan préstamos para financiar los gastos generales de un gobierno. Para conseguir préstamos, los países pobres deben aceptar que cambiarán algunas de sus políticas. Esos cambios de política afectan las tasas de cambio, los presupuestos del gobierno, los precios, y los patrones de inversión y gastos. Cuando el Banco Mundial presta el dinero para un proyecto de inversión específico, siempre hace una evaluación de cómo éste afectará el medio ambiente. Pero cuando hace préstamos para apoyar una reforma política, los llamados préstamos de ajuste estructural, generalmente no hacen eso.

Durante consultas sobre la nueva política forestal del Banco, muchos gobiernos, ONGs, y otros grupos dijeron que el Banco debe mirar cómo los préstamos de ajuste estructural afectan los bosques. Ellos destacaron que los cambios económicos asociados a estos préstamos a menudo tienen un impacto más grande en los bosques que los proyectos de la silvicultura. Funcionarios del Banco están de acuerdo, pero dicen que puesto que los préstamos de ajuste estructural afectan a todos los sectores, la política forestal no es el ente apropiado a ocuparse de esto.

Ahora el Banco está revisando su política de ajuste estructural. Ha colocado un papel de discusión en su sitio de la web para recibir opiniones y hará una propuesta a sus directores en octubre. La propuesta probablemente recomendará que el Banco considere cómo sus préstamos de ajuste afectan el medio ambiente, pero no requerirá ninguna evaluación formal.

El argumento principal para no exigir al Banco el evaluar las consecuencias de los préstamos de ajuste sobre el medio ambiente se debe a que es bastante difícil. Muchos impactos de las reformas políticas son indirectos y difíciles de medir.

Sin embargo, un libro reciente de Sven Wunder de CIFOR sugiere que tal análisis se puede hacer. En "La Riqueza del Petróleo y la Suerte de los Bosques", publicado por Routledge Press, Wunder muestra cómo los cambios en las tasas de cambio, presupuestos de gobiernos, y el gasto del consumidor fueron un resultado de los auges en las exportaciones de petróleo y minerales, influyendo en la tala de árboles en Camerún, Ecuador, Gabón, Indonesia, México, Nigeria, Papua Nueva Guinea, y Venezuela. Los tipos de cambios que él analiza son similares de muchas maneras a los asociados al ajuste estructural. Wunder encontró que las devaluaciones de la moneda a menudo aumentan la tala de árboles. El incremento en las entradas del gobierno desestimula el despeje del bosque si el dinero se gasta en las ciudades, pero pueden tener el efecto opuesto si va a financiar crédito agrícola, esquemas de asentamientos, o caminos nuevos en regiones forestadas. Ingresos más altos para los Latino- Americanos conducen con frecuencia a la tala de árboles porque ellos compran más carne de res producida en áreas recientemente deforestadas.

Éstos son el tipo de temas que el Banco Mundial puede y debe mirar cuando analiza cómo sus préstamos de ajuste estructural afectan el ambiente. También deben considerar lo que hace el FMI, puesto que las actividades de los dos están muy relacionadas. Por fortuna, la nueva política de ajuste estructural del Banco se asegurará que esto se lleve a cabo.