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La lucha contra el Alzheimer institucional

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Dicen que lo bueno de tener la enfermedad de Alzheimer es que uno siempre visita lugares nuevos y conoce personas nuevas. Muchas agencias de desarrollo han tomado eso muy a pecho. Para muchas instituciones la alta rotación de personal, escasos esfuerzos por archivar y diseminar los documentos y fuertes incentivos para "envasar vino viejo en botellas viejas" les hace difícil aprender del pasado.

Por eso es bueno ver que la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) ha invertido en el recuento y análisis de todo lo que ha financiado en relación con los bosques naturales y las comunidades en los últimos 25 años. El resultado es un informe de tres tomos llamado La herencia de la USAID en los bosques naturales: Medios de vida, paisajes, y gobernanza. El informe, realizado por un equipo de Chemonics Internacional y dirigido por Robert Clausen, incluye un análisis general y estudios específicos sobre diez países.

En los años 70, las actividades forestales del USAID se centraban en la leña y en promover la plantación de árboles en el marco de proyectos de manejo de cuenca. Posteriormente, la creciente preocupación por la deforestación hizo que se enfatizara más la conservación de la biodiversidad y las áreas protegidas. Luego se dio un giro hacia enfoques de mercado, como la certificación de los bosques, el ecoturismo, y los esfuerzos para aprovechar la demanda por productos forestales no maderables. Con el paso del tiempo, la USAID financió más a las ONGs y gobiernos locales y menos a las burocracias nacionales. Y si los autores del informe logran su propósito, la relación entre los recursos naturales, la democratización, y la prevención de los conflictos será el próximo gran tema en la agenda.

A pesar del tiempo y los cambios algunas cosas permanecen igual. Por ejemplo, siempre es importante invertir en los bosques con una visión a largo plazo y hacer bien las cosas desde el punto de vista técnico. Hay que trabajar en fincas, bosques y parques específicos, pero sin perder de vista los paisajes más amplios. Si nadie invierte en el estudio y monitoreo de los productos y servicios forestales, llegado el momento, simplemente no habrá datos para justificar las inversiones o tomar decisiones. Los proyectos necesitan centrarse más en temas étnicos y culturales. Ignore los conflictos bajo su propio riesgo. Las personas con casos avanzados de Alzheimer pueden ser agradables y bien intencionadas, pero no deben estar a cargo de la toma de decisiones. Si no cuidamos la memoria institucional siempre caeremos en los mismos errores, aunque les demos otro nombre. Ojala que otras agencias hagan lo mismo que la USAID e inviertan en aprender de su propia experiencia.