Más de dos tercios de la deforestación total en la Amazonía Brasileña ha ocurrido en lugares a menos de 50 kilómetros de una carretera principal. "Avanza Brasil", el plan nacional de desarrollo económico del Gobierno Brasileño, propone ampliar la longitud de carreteras pavimentadas de la Amazonía de 12.000 a 18.000 kilómetros. Esto casi duplicaría el porcentaje de bosques localizados a menos de 50 kilómetros de una carretera pavimentada, pasando de 16% a 28%, aumentando así la deforestación y el riesgo de incendios forestales de forma sustancial.
"Pavimentando carreteras, el régimen de incendios forestales, y el futuro de los bosques en el Amazonas" preparado por Dan Nepstad et. al. y publicado en "Forest Ecology and Management", analiza el impacto potencial de las inversiones propuestas para la red de carreteras. Mientras que en promedio los agricultores talan el 32% de los bosques ubicados a menos de 50 kilómetros de una carretera pavimentada, cortan un promedio de solamente 5% de los bosques dentro de la misma distancia de caminos no pavimentados. Con base en estos hechos, los autores concluyen que el pavimentar los 6.000 kilómetros adicionales de carreteras pueden causar la pérdida de entre 120.000 y 270.000 kilómetros cuadrados de bosque. La segunda cifra es casi el tamaño de Ecuador.
Las mejoras propuestas en las carreteras aumentarían mucho el riesgo de los incendios forestales en aproximadamente 192.000 kilómetros cuadrados de bosques que son altamente inflamables. Estudios anteriores han demostrado que los incendios accidentales son mucho más comunes en los bosques cerca de áreas agrícolas y de extracción maderera. Pavimentar las carreteras estimularía las dos actividades.
Las carreteras pavimentadas también harán más fácil que los agricultores y los madereros invadan las reservas indígenas y los parques nacionales. Casi un cuarto de todas las reservas indígenas y las áreas federales de conservación están a menos de 50 kilómetros de los caminos que el gobierno planea pavimentar. Pavimentar algunos caminos podría proporcionar ventajas sustanciales para los pequeños productores y las comunidades locales. Por ejemplo, si se mejora el tramo de la Carretera Transamazónica entre Altamira
y Maraba, en Para, sería una gran bendición para las 400.000 personas que viven cerca. Se podría decir lo mismo de la carretera entre Río Branco y Assis en Acre. Sin embargo, en otros casos las mejorías propuestas están en lugares donde se beneficiarían pocos pobladores locales, pero el peligro para el medio ambiente es bastante alto.
Entonces, sigue vigente la pregunta: Será que ’Avanca Brasil’ hará que Brasil avance?








